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lunes, 6 de junio de 2011

Ángeles entre nosotros!

Muy cercanos a la creencia popular, al menos en este país, están los ángeles. Tenemos ángeles para todos los gustos. El de la guarda, el de los enamorados, el de los bebes y mas. Se los han dibujado de diferentes formas, altos y rubios, o como pequeños bebes con alas. También hubieron unos cuantos que aseguran haberlos visto y la mayoría lo describen junto a una gran luz, como el escenario para esta conexión celestial. Aquellos que leen la biblia saben que hay algunas descripciones de ellos, muy acotadas por cierto, pero que nos dan una idea de como son estos seres. Igualmente allí los encontramos de diferentes formas algunas veces peleando con otros hombres y en el final del libro los vemos mas celestiales que en otros casos, pero siempre han generado una mística importante en el ser humano.
Como en casi todos los niños, y mas si han ido a la iglesia desde pequeños, me causaban mucha curiosidad, anhelaba ver a uno de ellos. Soñaba con que se me presentara frente a mi y me dijera... algo. La verdad es que solo soñaba con poder verlos en persona! Pero quedaron solo en cosas de niño!
Escucho de gente que anhela también hoy ver a estos seres y escucho cada tanto estas descripciones fantásticas llenas de luz y escenarios Hollywoodenses! Lejos de mi está el desacreditar estas versiones solo que casi todas se enfocan en esa forma!
Ahora, después de contarles un poco mi visión acerca de esto les digo que tuve la posibilidad de ver un ángel. Me siento muy privilegiado de que mis ojos hayan podido observar a alguien tan majestuoso. El suceso se desarrolló en la Capital Federal de Buenos Aires. Era un martes como tantos otros en los que con el ministerio que llevábamos adelante en la iglesia que lideraba, salíamos a charlar con la gente en situación de calle con un café y unas galletitas como excusa.
Entre idas y vueltas se nos acerca una mujer, quien con mucha vergüenza y una voz tímida nos acepta el café y nos pregunta si teníamos algo de ropa como para ella. Es que esta mujer hacía pocos días estaba viviendo en la calle y aun no se acostumbraba a tener la misma ropa por días, a bañarse esporádicamente y a no poder estar en condiciones mas dignas. Lamentablemente no disponíamos de ropa en ese momento, le ofrecimos conseguirle para la semana próxima, a lo que la señora nos agradeció aunque se fue resignada al no poder cambiar su sucia ropa. Debo admitir que nos quedamos un poco tristes por no poder ayudar a esta joven mujer! Seguimos con lo nuestro, y al instante se acerca a nosotros un hombre mayor, con una barba larga y desprolija empujando un carro como el de un supermercado con cartones y bolsas. Acepta nuestro cafecito y antes de que podamos preguntarle nada se disculpa por lo que va a decir y nos cuenta que le habían regalado una bolsa con ropa, pero el día había sido muy productivo y con el dinero recaudado, por la venta de cartones pudo comprar ropa para su familia, entonces prefería que nosotros le demos esa ropa a quien la necesite. Nos llamó la atención eso ya que la gente que vive en la calle rara vez decide dar algo. Es tan grande su necesidad que aun, sin necesitarlo, prefieren guardar todo lo que reciben y aun mas piden. Pero mas aun fue la sorpresa al ver que la ropa era de mujer. Instantáneamente la imagen de la mujer pidiéndonos ropa se nos vino a la mente y como un rayo salimos corriendo a buscarla para darle la ropa! A una cuadra la encontramos y con una sonrisa enorme le damos el tan preciado regalo. Como si fuera poco eso, la ropa, Además de estar en muy buenas condiciones era de la talla justa de la mujer, como si hubieran sabido que era para ella (Ja!) No se imaginan la emoción que embargó a la joven y como con lágrimas nos agradeció el gesto! La saludamos y volvimos rápidamente a agradecerle a este hombre, pero al llegar misteriosamente había desaparecido, es mas, ninguno de los otros chicos que estaban junto a nosotros lo había visto. Nos quedamos en silencio durante un buen rato, tanto los otros dos que estaban conmigo como yo, nos estábamos perplejos por la situación, pero muy seguros internamente que ese hombre de aspecto poco presentable, según las normas de la sociedad, no era un indigente mas, y que lo que nuestros ojos habían visto era ni mas ni menos que a un ángel, un ángel que había venido a dar una mano en esto de ayudar a otros!
Muchas veces buscamos a los ángeles bajo la luz resplandeciente y con sus vestiduras blancas y hermosas! Pero ojo, no perdamos de vista lo que nos dice la biblia, y no nos privemos de verlos en la misma calle y vestidos de forma menos atractiva. Seguramente nos llevemos muchas sorpresas. Sin duda seremos unos privilegiados de estar en contacto con esta gente que está mas cerca de lo que imaginamos.
Solo deseo que estés donde ellos están, que hagas lo que ellos hacen y que tus ojos estén preparados para verlos!

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