Si te aburre el blog, hacé click y dales de comer a mis peces!

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Horario de Carga/descarga!

Amo los campamentos! Me parecen los espacios mas adecuados para poder parar un poco de la vorágine y encontrarse con uno mismo y con Dios son pequeños paraísos. Y hace unos años tuve la oportunidad de ayudar en la organización de un campamento para el ejército de Salvación en una lugar muy lindo de la provincia de Córdoba llamado Río Ceballos. La verdad es que disfruto mucho cada vez que puedo estar en contacto tan directo con la naturaleza. Esta vez sería en la ladera de una montaña, con el detalle de tener una inclinación importante. El primer día nomas, jugando al rugby, corrí cuesta abajo con la pelota muy emocionado hasta que en un momento sentí que iba mas rápido que mis piernas. Y si! me caí, los que me vieron dijeron que fué como un aterrizaje forzoso, con varias escalas en tierra! Ni les cuento los raspones que tuve, y lo que dolieron a la hora de bañarme. Pero, no fui solo yo, hubieron varios lesionados, entre ellos un chico quien se había doblado su tobillo muy fuerte y esto le provocó un esguince. Me tocó asistirlo y el diagnóstico lamentablemente no era muy emocionante para él, ya que para poder cuidarlo debería estar lo mas quieto posible. Esto no le causó mucha gracia, faltaban tres días aun de campamento y no era la forma en la que había planeado disfrutar lo que restaba aun. Pero no había opción y con un poco de resignación trato de respetar la indicación.
Al día siguiente decidimos hacer una caminata montaña arriba. El lugar era complicado debido a que debíamos atravesar arroyos, piedras y andar por caminos angostos en subida y bajada. Era un día magnifico y eso le daba un marco mas impresionante al recorrido. Llegando casi a nuestro destino, una cascada hermosa, advierto que, a pesar de no haberlo autorizado el pequeño accidentado estaba entre nosotros, y como era de esperar, con un dolor inmenso en su pie. Cuando lo veo me doy cuenta que el esguince se había transformado en un desgarro. Su pie hinchado y con el morado característico en estas lesiones advertían que la lesión se había agravado significativamente y el regreso sería todo un problema. Habíamos caminado 10 kilómetros, 10 kilómetros que parecían muchos mas dada la dificultad del camino. Ante tan pocas opciones decidí llevar al joven cargándolo en mi espalda. Todo un desafío! pero era muy necesario que su pie estuviera lo mas aliviado posible. Los primeros metros no eran muy complicado, pero a medida que pasaba el tiempo se volvía cada vez mas pesado. El pequeño herido tendría unos trece años y aunque no era de gran contextura me incomodaba cada segundo mas! Cruzar los arroyos pasando por las piedras se hacían un desafío casi insuperable y llegar cada vez mas lejano! Cada obstáculo era cada vez mas grande y hasta parecía escuchar la música de Rocky detrás mío! ja! Tenía unas ganas enormes de echarle en cara lo que había producido su desobediencia, pero no había aire ni siquiera para eso! Es muy loco pero solo de recordarlo me hace doler el cuerpo como esa vez!
Pero, sabes que? así como en esta anécdota, sucede en la vida misma. No estamos diseñados para soportar una carga tan grande e incómoda como esa! Podemos cargar con ella unos metros, pero no podemos andar  por la vida así! Y aunque no lo creas nos acostumbramos a vivir así. Con la carga de nuestras equivocaciones, de nuestros pecados, de nuestras culpas a cuesta y tratando de caminar con ese peso incomodo a nuestras espaldas, y sufrimos, y nos cansa y solo logra reducir nuestra marcha, frustrar nuestros sueños, nos detiene en el camino y hace que no disfrutemos de nuestro andar. Muchas veces no nos damos cuenta, otras tantas preferimos eso antes que humillarnos, abrir nuestro corazón y caernos rendidos frente a aquel que nos está esperando con los brazos abiertos para susurrarnos al oído que no hay de que preocuparse. Vos y yo no estamos diseñados para  llevar semejante carga! Pero cuanto nos cuesta comprender que el amor de Dios expresado en Jesús, no solo en esa cruz sino en su paso por la tierra, no se acaba nunca! Que ese amor por vos y por mi no depende de lo que hagamos, o dejemos de hacer! Que nada nos puede separar del amor de Dios, y cuando dice nada nos incluye aun a nosotros mismos!
Parece increíble, "de otro planeta" ese amor no?
Pero así es, así que, que esperas? que estas haciendo ahí lamentándote? corre urgente, recuesta tu cabeza en su pecho, disfruta de su abrazo, haz silencio y escucha su voz diciéndote: "Hijooo, no sabes hace cuanto esperaba este momento! Tranquilo, no hay de que preocuparse"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenisimo! Dios te siga utilizando!